Racismo, Un gran mal social
“La guerra continuará existiendo mientras el color de la piel
sea más importante que el color de los ojos.”
Bob Marley
Bob Marley
En Ecuador los mestizos muestran racismo hacia los indígenas, en México,
los menos oscuros llaman con desdén “cholos” a sus nativos náhuatl o a sus
mestizos de piel más oscura. En Chile y Argentina, es clara la displicencia
hacia quienes forman parte del pueblo mapuche, además de un claro desagrado frente
a nativos bolivianos y peruanos. En Francia y el sur de Europa hay racismo en
contra de los argelinos, en particular, y los Norafricanos, en general. En
Sudáfrica, se puede ver el racismo desde los blancos hacia sus compatriotas
negros, y viceversa. Al norte europeo, en los países bálticos, al igual que en
los países nórdicos, el racismo llega a los musulmanes y judíos, y en Alemania,
el pasado nazi sigue presente y las ideas de superioridad racial siguen
vigentes. En Australia han sufrido de racismo el pueblo árabe y los asiáticos.
Nadie se salva…Unos son víctimas, otros
victimarios, y muchos son ambas cosas.
El racismo es la creencia no justificada (o estúpidamente justificada), de la superioridad de una raza frente a otra u otras. Esta postura conlleva altos actos de odio y de violencia y grandes repercusiones negativas para la sociedad. Pero porque se produce? Que es lo que hace a una persona creerse superior a otra? Porque la diversidad racial no es aceptada como debería? El racismo es una conducta aprendida o una respuesta biológica innata? Hay varias interrogantes que giran en torno a este polémico tema.
Desde la Ilustración y específicamente con Gobineau y su Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas (1853), vemos que las ideas racistas toman campo y van ganando adeptos. Incluso Hitler basó en cierta medida su ideología nazi en las ideas de Gobineau.
En la política, el racismo fue llevado a la práctica principalmente en los siglos XIX y XX. Las guerras, el colonialismo y el imperialismo se justificaban en la creencia de la superioridad racial. El apartheid y las políticas segregacionistas estadounidenses fueron claro ejemplo de ello.
Nelson Mandela decía que “nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión. La gente aprende a odiar, y si se alguien aprendió a odiar también se le puede enseñar a amar”. Sabias palabras de quien fue un gran líder sudafricano, activista en contra del racismo y del Apartheid, en Sudáfrica. Y es que esta frase resume lo que ya han manifestado varios sociólogos y antropólogos: El Racismo es un conjunto de conductas adquiridas por aprendizaje (no innatas); proposición que nos lleva a una obvia conclusión: nadie nace siendo racista. Los niños copian lo que ven en su entorno y aprenden conductas y prejuicios de los adultos.
Todos los días vemos actos de racismo. Estos se han dado desde la antigüedad, hasta la época contemporánea. En la España medieval, con la llamada “limpieza de sangre” se ordenó la persecución, expulsión y muerte de cualquier judío en el territorio nacional. En la península balcánica, el noreste africano y parte de la península arábiga, en lo que hoy es Turquía y sus alrededores, Donde se extendió el Imperio Otomano se justificaba la necesidad de exterminio contra los armenios para la “limpieza del Imperio”. Los europeos aducían superioridad sobre los pueblos africanos para colonizar y repartir su continente, África.
En Estados Unidos, después de la Guerra Civil, los estados del sur, después de ser derrotados en la guerra, establecieron leyes discriminatorias para los ciudadanos negros. A pesar de que la constitución garantizaba la igualdad sin distinción de sexo, raza o religión, la realidad era que los ciudadanos negros vivían segregados; Había escuelas para solo para blancos y otras solo para negros. En lugares donde era común la afluencia de personas blancas y negras, había baños para unos y baños para los otros. Había también hospitales para blancos y hospitales para negros. Y eso no bastaba, los presupuestos para las instituciones para blancos eran más altos, sus escuelas recibían más útiles, sus hospitales más medicinas. Y en las instituciones para negros lo único que había más, era escasez.
Y así se podría seguir mencionando actos, grupos, ideologías o sistemas racistas a lo largo de la historia. La esclavitud, la segregación, El Ku Klux Klan, El imperialismo, los genocidios, El holocausto armenio, El nazismo, el Apartheid. Los disturbios raciales de Tulsa, La masacre de Rose Wood, Las Guerras de colonización. La matanza de indígenas en América Latina. El reparto de África, etc., etc., etc.
En la actualidad no estamos exentos de racismo, a pesar de que existen organizaciones que hacen activismo en contra del racismo, todavía hay personas o grupos que llevan su odio a la muerte, persecución y discriminación. En el nuevo siglo, muchos son los actos de racismo que han terminado en ultraje, muerte o destrucción. En el 2006, un musulmán mató a seis judíos en Seattle. En Octubre del mismo año, , una joven ecuatoriana fue fuertemente atacada e insultada con epítetos racistas en el metro de Barcelona. Los enfrentamientos de agosto del 2011 en Palma, España, entre nigerianos y gitanos también terminaron en tragedia. Ese mismo año en Colmenar se dieron enfrentamientos entre marroquíes y suramericanos que terminaron en destrozos y heridos. En el 2015, en Carolina del Sur, un joven blanco asesino en una iglesia a nueve afroamericanos.
Y así es como podemos ver que en el mundo ha habido, hay, y probablemente habrá por mucho tiempo racismo y para erradicarlo tenemos que luchar contra eso, condenando todos los actos de racismo, aprendiendo y enseñando a nuestros niños a aceptar al otro, tenemos que luchar por un mundo sin prejuicios y contra todo tipo de discriminación, luchar por un mundo en donde todos comprendamos que la belleza está en la diversidad. Que la unión, la tolerancia, la aceptación y el respeto constituyen valores fundamentales para lograr una sociedad inclusiva. Sigamos luchando, desde donde estemos, por un mundo en el cual, la libertad y la justicia no tenga color de piel. Sigamos soñando y luchando con y por un mundo de color.
El racismo es la creencia no justificada (o estúpidamente justificada), de la superioridad de una raza frente a otra u otras. Esta postura conlleva altos actos de odio y de violencia y grandes repercusiones negativas para la sociedad. Pero porque se produce? Que es lo que hace a una persona creerse superior a otra? Porque la diversidad racial no es aceptada como debería? El racismo es una conducta aprendida o una respuesta biológica innata? Hay varias interrogantes que giran en torno a este polémico tema.
Desde la Ilustración y específicamente con Gobineau y su Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas (1853), vemos que las ideas racistas toman campo y van ganando adeptos. Incluso Hitler basó en cierta medida su ideología nazi en las ideas de Gobineau.
En la política, el racismo fue llevado a la práctica principalmente en los siglos XIX y XX. Las guerras, el colonialismo y el imperialismo se justificaban en la creencia de la superioridad racial. El apartheid y las políticas segregacionistas estadounidenses fueron claro ejemplo de ello.
Nelson Mandela decía que “nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión. La gente aprende a odiar, y si se alguien aprendió a odiar también se le puede enseñar a amar”. Sabias palabras de quien fue un gran líder sudafricano, activista en contra del racismo y del Apartheid, en Sudáfrica. Y es que esta frase resume lo que ya han manifestado varios sociólogos y antropólogos: El Racismo es un conjunto de conductas adquiridas por aprendizaje (no innatas); proposición que nos lleva a una obvia conclusión: nadie nace siendo racista. Los niños copian lo que ven en su entorno y aprenden conductas y prejuicios de los adultos.
Todos los días vemos actos de racismo. Estos se han dado desde la antigüedad, hasta la época contemporánea. En la España medieval, con la llamada “limpieza de sangre” se ordenó la persecución, expulsión y muerte de cualquier judío en el territorio nacional. En la península balcánica, el noreste africano y parte de la península arábiga, en lo que hoy es Turquía y sus alrededores, Donde se extendió el Imperio Otomano se justificaba la necesidad de exterminio contra los armenios para la “limpieza del Imperio”. Los europeos aducían superioridad sobre los pueblos africanos para colonizar y repartir su continente, África.
En Estados Unidos, después de la Guerra Civil, los estados del sur, después de ser derrotados en la guerra, establecieron leyes discriminatorias para los ciudadanos negros. A pesar de que la constitución garantizaba la igualdad sin distinción de sexo, raza o religión, la realidad era que los ciudadanos negros vivían segregados; Había escuelas para solo para blancos y otras solo para negros. En lugares donde era común la afluencia de personas blancas y negras, había baños para unos y baños para los otros. Había también hospitales para blancos y hospitales para negros. Y eso no bastaba, los presupuestos para las instituciones para blancos eran más altos, sus escuelas recibían más útiles, sus hospitales más medicinas. Y en las instituciones para negros lo único que había más, era escasez.
Y así se podría seguir mencionando actos, grupos, ideologías o sistemas racistas a lo largo de la historia. La esclavitud, la segregación, El Ku Klux Klan, El imperialismo, los genocidios, El holocausto armenio, El nazismo, el Apartheid. Los disturbios raciales de Tulsa, La masacre de Rose Wood, Las Guerras de colonización. La matanza de indígenas en América Latina. El reparto de África, etc., etc., etc.
En la actualidad no estamos exentos de racismo, a pesar de que existen organizaciones que hacen activismo en contra del racismo, todavía hay personas o grupos que llevan su odio a la muerte, persecución y discriminación. En el nuevo siglo, muchos son los actos de racismo que han terminado en ultraje, muerte o destrucción. En el 2006, un musulmán mató a seis judíos en Seattle. En Octubre del mismo año, , una joven ecuatoriana fue fuertemente atacada e insultada con epítetos racistas en el metro de Barcelona. Los enfrentamientos de agosto del 2011 en Palma, España, entre nigerianos y gitanos también terminaron en tragedia. Ese mismo año en Colmenar se dieron enfrentamientos entre marroquíes y suramericanos que terminaron en destrozos y heridos. En el 2015, en Carolina del Sur, un joven blanco asesino en una iglesia a nueve afroamericanos.
Y así es como podemos ver que en el mundo ha habido, hay, y probablemente habrá por mucho tiempo racismo y para erradicarlo tenemos que luchar contra eso, condenando todos los actos de racismo, aprendiendo y enseñando a nuestros niños a aceptar al otro, tenemos que luchar por un mundo sin prejuicios y contra todo tipo de discriminación, luchar por un mundo en donde todos comprendamos que la belleza está en la diversidad. Que la unión, la tolerancia, la aceptación y el respeto constituyen valores fundamentales para lograr una sociedad inclusiva. Sigamos luchando, desde donde estemos, por un mundo en el cual, la libertad y la justicia no tenga color de piel. Sigamos soñando y luchando con y por un mundo de color.
Es una declaración de respeto hacia una mismo.
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