sábado, 24 de junio de 2017

Aquiles y la tortuga



Aporía de Aquiles y la Tortuga 
La paradoja de Aquiles corriendo tras la tortuga es una de las más clásicas y famosas paradojas de Zenón.

Este griego filósofo pretendía demostrar que todo lo que percibimos en el mundo es ilusorio, y que cosas como el movimiento eran simplemente ilusiones y no realidades. Lo cual no deja de ser un punto de vista original, incluso para un griego filósofo. Para demostrarlo ideó una serie de paradojas que “mostraban” que el movimiento no existía, que todas las distancias son infinitas, que no existe el tiempo…

La paradoja de Aquiles y la tortuga consiste en una imaginaria carrera. Uno de los contrincantes (Aquiles) era el más hábil de los guerreros aqueos, y vencedor de mil batallas. Era un superhombre casi invencible, y apodado “el de los pies ligeros”. El otro contrincante (la tortuga) es un ser por todos conocido, de proverbial lentitud y bien cachazudo. Dado que Aquiles es mucho más rápido que la tortuga (supuestamente) antes de empezar decide darle un estadio de ventaja, y tras dárselo, se da el pistoletazo de salida (o se suena un cuerno, ya que en esos tiempos no existían las pistolas, afortunadamente para muchos).

Rápidamente Aquiles atraviesa ese estadio de ventaja hasta llegar al punto en el que estaba la tortuga. Ésta, de un insospechado espíritu competitivo, se había desplazado unos cuantos pasos hacia adelante. Así que Aquiles, atónito (no era muy listo) pero confiado en su enorme poderío físico, decide cruzar ese puñado de pasos, hasta llegar de nuevo a donde estaba la tortuga. De nuevo ella ¡se ha vuelto a mover! Se ve que el quelónido no tiene buen perder y Aquiles de nuevo, con renovados bríos, recorre velozmente esos centímetros que le separan del punto donde estaba la tortuga, la cual de nuevo… ¿se lo imaginan? ¡Efectivamente! La encontramos un poquito más adelante…

Y argumentaba Zenón con mucha razón que así podíamos seguir hasta el infinito, y que Aquiles jamás alcanzará a la tortuga. Y por tanto cuando vemos a un Aquiles alcanzando a una tortuga (¿quién no ve todos los días uno o dos?) es simplemente una ilusión. ¿En dónde se equivoca Zenón? En realidad, no podemos decir que se equivoque (¿vivimos en Matrix? no se sabe), pero lo que está claro es que su argumento no demuestra nada: una suma de infinitos términos puede dar un resultado finito. Pero esto no se puso sobre el papel hasta que Leibniz, que era un tipo realmente listo, inventó el cálculo infinitesimal.

Así que si Aquiles recorre 1 estadio en un minuto y la tortuga 1/10 de estadio en el mismo tiempo, Aquiles recorrerá 1+ (¡caramba, se ha movido!) 1/10 + (¡otra vez!¡le ha dado tiempo a moverse!) 1/100+ (¡again! bueno, en griego) 1/1000 …etc: 1+1/10+1/100+1/1000+...= ¿cuánto? Desde luego esta suma no da una distancia infinita que requiere infinito tiempo recorrer, sino una distancia concreta: 1,111111111… estadios. Y eso Aquiles se lo hace con la gorra en un minuto y pico (1,111…), la tortuga no tiene nada que hacer. Pero se admiten apuestas, claro…

extraído de https://www.xatakaciencia.com
 


lunes, 19 de junio de 2017

La Búsqueda de la Verdad


La búsqueda de la verdad

“Sólo hay una verdad absoluta: que la verdad es relativa.”
André Maurois, (1885-1967)
Escritor Francés


La verdad es uno de esos conceptos que, como la justicia, o la libertad son difíciles de definir y que por lo tanto lo mejor que podemos hacer para lograr un acercamiento a estos conceptos y poder comprenderlos es discutir una serie de cuestiones que se atañen a la cuestión principal.

En ese sentido dos cuestiones que van ligadas a la verdad son el conocimiento y la realidad. El conocimiento que representa esa capacidad de comprender la realidad y explicarla, y la realidad misma, que se refiere a la idea de lo es y lo que existe.

A lo largo de la historia se han usado varias formas de explicar los fenómenos de la realidad. La mitología, por ejemplo, nació de las antiguas civilizaciones para satisfacer la necesidad de explicar los fenómenos naturales; la religión, entre tantas cosas ha explicado a su manera la creación del universo y del ser humano; y la ciencia, que cobró mayor relevancia como buscadora de verdad desde el renacimiento, cuando el teocentrismo se quedó a un lado, ha venido explicando todo tipo de fenómenos físicos, químicos y humanos.

Estas tres formas de búsqueda de la verdad marcaron en su tiempo la idea de búsqueda de la verdad y la forma de buscar conocimiento. La mitología ha quedado relegada como forma de buscar conocimiento y ahora se la presenta como parte del bagaje cultural de los pueblos. La religión, aunque muchos aceptan y viven creyendo en sus preceptos como en la teoría creacionista y las ideas de cielo e infierno, se ha vuelto una cuestión de fé y sus postulados se aceptan como dogmas, más que como construcciones racionales y científicas; y es precisamente que por eso la ciencia se ha vuelto el principal método de búsqueda de la verdad.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que ha habido muchas discusiones respecto al tema de la verdad, se ha discutido su forma de buscarla, de describirla como subjetiva, objetiva, relativa, absoluta; en fin, de definirla. Este problema se ha dado básicamente porqué aun aceptando que existan verdades absolutas hay muchas otras, que dependen del contexto, del lenguaje, de la sociedad, la cultura y la lógica.

La verdad depende de la perspectiva en el sentido de que no todos vamos a apreciar un determinado fenómeno de la misma manera, ya que esa percepción depende del lugar que nos encontremos al observar el fenómeno y de la forma en que éste esté visible para nosotros. Un ejemplo clásico para mostrar esto es imaginarnos una esfera mitad blanca, mitad negra. Ahora bien, supongamos que solo podemos verla desde una perspectiva, entonces de hecho no percibimos una esfera, sino un circulo, algunos van a decir que es blanco, otros dirán que es negro, otros dirán que es mitad blanco, y mitad negro. El punto es que definitivamente la respuesta va a depender de la posición desde que se la vea. Esto es lo que pasa con la descripción de varios fenómenos, las descripciones que hagamos de los mismos van a depender de nuestra posición respecto al fenómeno y viceversa. La teoría de la relatividad de Einstein es un célebre ejemplo de esto, pues según esta los fenómenos que suceden en tiempo y espacio, dependen del estado del observador, es decir estas cuestiones físicas no son inmutables, como lo decía Newton.

Esta relación entre perspectiva (contexto o marco de referencia) y realidad se da porque hay una interdependencia entre el fenómeno observado, sujeto observador y sus posiciones relativas. Ahora bien, si analizamos un mismo fenómeno desde varias perspectivas y con la ayuda de varias ramas del conocimiento es lógico que el cúmulo de conclusiones que saquemos desde las diversas ramas nos ayudaran a tener un entendimiento más profundo de ese fenómeno.

La verdad también depende del lenguaje, pues este no sólo es una herramienta de comunicación si no que a través del lenguaje transmitimos conocimiento. Las construcciones racionales y los pensamientos se forman a través de un lenguaje. La realidad, es decir lo que es, es independiente del observador, pero el conocimiento proviene de un observador. En ese sentido podemos distinguir de verdades ontológicas (ontología) y verdades nominales o epistémicas (epistemología).

Para diferenciarlas se puede poner el siguiente ejemplo: Supongamos que un árbol cae en medio de un bosque, pero nadie estuvo cerca para ver o escuchar el árbol caer. ¿La pregunta es Cayó el árbol? ¿No cayo?, Qué es verdad?, Para responder aquello es necesario enfocarlo. Ontológicamente el árbol cayó. (lo que es), pero, si nadie nos dice que un árbol cayó, no lo vimos, ni lo escuchamos nosotros mismo, pues epistemológicamente podemos decir que no. (lo que conocemos, o en este caso lo que no conocemos).

Ahora bien, la ontología busca verdades “reales”, lo que es, lo que existe, no cierto; Pero para ello hace uso de un lenguaje y parte desde diversas perspectivas. Entonces podemos decir que, para conocer la realidad, partimos de un lenguaje y un contexto. Por ello Podemos decir que la ontología y la epistemología son ramas de la filosofía co-dependientes.

Así tenemos que, para determinan la veracidad de un postulado el lenguaje juega un papel importantísimo, pues en tal o cual proposición, la veracidad o falsedad dependerá del significado de las palabras que lo conformen. Vemos que no todos los idiomas tienen la misma cantidad de palabras y no todas las palabras de nuestro idioma pueden traducirse a otros o viceversa. Entonces esto genera limitaciones para describir la realidad y hace que estas descripciones de la realidad y la formulación de conocimiento se la haga de forma diferente de acuerdo al lenguaje que manejemos.

Otro de los elementos de los que depende la verdad es la sociedad y cultura. En el proceso de socialización los seres humanos tienen diferentes experiencias y de acuerdo a ellas se forma su personalidad y adquieren conocimientos. Muchas de estas experiencias dependen del lugar geográfico en que se desarrollen los individuos y de la cultura de aquel lugar. Los grandes avances científicos y las corrientes de pensamiento se han forjado por grupos de personas que a través de sus experiencias interpretan la realidad. Por ejemplo, podemos ver que el escolasticismo predomina en la Edad Media, debido al Feudalismo imperante, en el cual los clérigos eran los grandes terratenientes y los que conformaban el grupo élite que tenía acceso a la educación superior. El desarrollo del pensamiento económico clásico, nace con el desarrollo de la sociedad industrial y el capitalismo, y el marxismo nace como alternativa al pensamiento clásico y en un contexto en que las condiciones laborales de la Europa del siglo XIX eran nefastas.

Al ver todas estas formas en que la verdad depende de otros elementos, la próxima vez que queramos dar por sentado tal o cual postulado, partamos de que las veracidades de esas proposiciones dependen del contexto, lenguaje, la sociedad y la cultura desde donde provienen esos argumentos y veamos en que contextos pueden calificarse como verdaderos o falsos. Y para lograr discernir todo aquello hagamos de la duda nuestro aliado y a la sabiduría nuestro objetivo. No hagamos que nuestras posiciones respecto a la verdad dependan de dogmas, de la autoridad o de la tradición, sino que sean construcciones racionales y lógicas; construyamos verdades de acuerdo a nuestra propia experiencia y respetemos las diferentes formas de percibir la realidad de personas que pertenecen a otra cultura o simplemente aprecian las cosas desde un contexto diferente. Creer que nuestras verdades son únicas e irrefutables no solo genera dogmas si no que puede producir guerras, racismo, intolerancia y destrucción.

Ahora la cantidad de información que tenemos es muy abundante y de fácil acceso, el internet y las TICs hacen que obtener conocimientos se vuelva una tarea más sencilla, sin embargo, esa misma abundancia de información da lugar a un problema de abundancia de desinformación y a la tarea de discernir de entre más fuentes y más fuentes de postulados y argumentos la cuestión de la verdad y la falsedad. Está en nuestras manos usar la tecnología para conocer cada vez más y usar esos conocimientos para hacer un mundo mejor.



jueves, 8 de junio de 2017

La Ciudad, Como entenderla?

¿Cómo entender nuestras ciudades?
La Friedrich-Ebert-Stiftung es una organización alemana con sedes en muchos países, que trata temas de gobernanza, democracia, urbanismo, comunicación, en fin, temas que ayudan a construir sociedades justas e inclusivas, donde la libertad y la solidaridad se vuelvan ejes para el desarrollo de los pueblos. Esta organización trabaja en 21 países de América Latina y el caribe, Y Ecuador no es la excepción. La organización FES llega en 1974 y se consolida como Instituto Latinoamericano de Investigaciones sociales. (FES-ILDIS).

Gustavo Endara es el coordinador de proyectos en FES-ILDIS, Ecuador. Entre los libros que produce la organización y sus colaboradores hay uno que trata de urbanismo llamado “Hábitats justos diversos y sustentables, construcciones ciudadanas para solucionar desafíos urbanos” En este libro el coordinador hace una pequeña introducción que trata de ¿Cómo entender nuestras ciudades? Ese pequeño texto es el que dejaré a continuación. Y animo a conseguir el libro en físico en las instalaciones de la organización y a descubrir los variados temas que aborda la organización sus países, en donde probablemente también haya una sede.

A continuación, el texto mencionado...

“Hace alrededor de quince mil años, aparecieron los primeros asentamientos humanos permanentes, y se estima que entre 5 a 7 mil años atrás, surgieron las primeras sociedades en Mesopotamia, a lo largo del río Nilo, en el Valle del Indo y China. Desde entonces la humanidad Ha buscado en las ciudades un espacio para encontrarse, organizarse, defenderse, protegerse o simplemente buscar un sentido de identidad o pertenencia común.

No fue sino hasta el año 2008 que el fondo de la Población de las Naciones Unidas encontró que, por primera vez, la población urbana superaba a la rural a nivel mundial. Paralelamente en 2008, Ecuador se convirtió en el primer país en incluir al derecho a la ciudad como derecho básico en su constitución. Si bien ello representó una cohesión de causas comunes y un hito para la reivindicación de las luchas de los movimientos sociales urbanos, para quienes buscan que sus exigencias por construir ciudades más democráticas y participativas tengan carácter constitucional, el concepto todavía está lejos de ser entendido y aplicado en su totalidad en Ecuador y otros países.

Ese mismo año nació mi primera sobrina. A medida que ella crece, no puedo dejar de pensar qué futuro le depara a una generación cada vez más urbana. ¿vivirá en ciudades que hayan superado arduos desafíos como la desigualdad social y la pobreza, o en ciudades donde persistirán y se afianzarán modelos de desarrollo excluyentes y acaparadores? ¿Crecerá en urbes donde predominará el uso del auto privado o el de los sistemas de transporte público y modos de transporte amigables con el medio ambiente, tal como caminar y andar en bicicleta? ¿Gozara de redes de espacios y bienes públicos abiertos e inclusivos y con amplio espacio verde, o serán ciudades más bien con espacios cerrados y privatizados?

Al imaginar el futuro en las ciudades, es inevitable hacerse este tipo de preguntas, y para responderlas, es necesario comprender y hacer una lectura crítica de cómo son al día de hoy y porqué son así. Para empezar, una ciudad es el resultado de distintos contextos sociales, históricos, económicos y políticos que le van formando poco a poco. El tipo o carácter de una ciudad se define en medio de estos contextos, ya que ésta es un proceso en permanente definición, que se modifica de manera continua, dependiendo de la visión persiga.

Hay que admitir también que las ciudades son un campo en permanente disputa entre distintos modelos, voluntades y visiones. Para garantizar que los intereses ciudadanos y comunitarios prevalezcan, una ciudad debe trascender su espacio físico y convertirse en un lugar donde las personas y la política se junten a demandar y exigir constantemente el cumplimiento y el ejercicio de derechos.

La disputa constante por una ciudad la convierte en un espacio dicotómico, donde puede ser posible relacionarnos y vivir armoniosamente en comunidad, pero también uno donde abunde el caos, el ruido, el hacinamiento y la inseguridad. No obstante, nuestras ciudades son espacios vitales de construcción política donde podemos desarrollar plenamente nuestras capacidades, relacionarnos, acceder a servicios y ejercer activamente nuestros derechos, siempre y cuando nos involucremos y comprometamos a visibilizar demandas sociales y exigir soluciones. En otras palabras, que dejemos de ser meramente habitantes de una urbe para pasar a ser ciudadanas y ciudadanos conscientes de que nuestras acciones son valiosas para mejorar nuestras ciudades, y que, actuando colectivamente por y para el otro, nuestras propuestas y exigencias serán acogidas y cumplidas.

Por tanto, una ciudad es sin duda un espacio humano que, como ningún otro, puede impulsar cambios sociales trascendentales. La forma en que la urbe responda a decisiones políticas puede, por ejemplo, integrar, crear vivienda adecuada, digna y ordenada o puede fomentar la segregación, la aparición de viviendas en condiciones de tugurio y carentes de servicios básicos. Podría también generar y distribuir equitativamente la riqueza o profundizar y perpetuar desigualdades e inequidades. 
Desde esa perspectiva, cómo entendamos nuestras ciudades es de vital importancia para saber también qué hacer con ellas y convertirlas en espacios verdaderamente justos, diversos, sustentables y democráticos.”

En el antedicho libro de la FES-ILDIS se pueden encontrar varios artículos que diagnostican problemas de grandes ciudades latinoamericanas y que proponen alternativas para solucionar esas problemáticas. Se aborda por ejemplo el problema de movilidad de Quito. De Guayaquil, se aborda el problema de segregación y abandono a los barrios periféricos. De Colombia se aborda las transformaciones y problemas de Medellín y Bogotá. De Medellín se aplaude su transformación de una ciudad sumamente peligrosa a una en que su espacio público es más organizado, pero se denota, por ejemplo, un problema de tráfico de drogas. De Bogotá se habla de la controversia generada por la disyuntiva de mantener la reserva forestal Thomas van de Hammen o promover proyectos inmobiliarios o vías que atraviesen la reserva. También se habla de Sao Paulo y su problema de inequidad. Se habla de Guadalajara, su importancia histórica y el desafió de rescatar las áreas verdes. En Ciudad de México se resalta el sistema de bicicleta pública como uno de los más grandes del mundo y se ve una alternativa al problema de movilidad presente en muchas ciudades latinoamericanas. Finalmente se menciona a Santiago de Chile y La paz. De la primera se menciona los esfuerzos por construir una ciudad y un país libre de femicidios y cuestiones violentas ligadas a la desigualdad e inequidad de género imperantes en esa sociedad. Y de la Paz nuevamente se aborda el problema de movilidad debido a una topografía poco común en esta ciudad.

La Conferencia Hábitat es la conferencia de Desarrollo urbano sostenible de la Organización de las naciones Unidas, Se celebra cada 20 años desde 1976. La Primera se realizó en Vancouver, La segunda en Estambul y la tercera en Quito. Para terminar el texto introductorio Gustavo menciona lo siguiente:

“No puedo evitar pesar que cuando se celebre el Habitat IV, mi sobrina tendrá 28 años y por eso, para finalizar, me permito reflexionar brevemente sobre en qué clase de ciudades quisiera que habite su generación. En primer lugar, esperaría que sean urbes transformadas desde el día de hoy, para que los grupos vulnerables y relegados por los actuales procesos de urbanización se sientan incluidos, seguros, cómodos y empoderados. Que vivamos en ciudades donde, especialmente dentro de la esfera política, no exista marginación alguna y que las leyes, actitudes y prácticas discriminatorias sean cosa del pasado.

En segundo lugar, quisiera que sean ciudades en donde las generaciones actuales y venideras hayamos dejado de lado individualismos y egoísmos para asumir responsabilidades colectivas y construir de esta forma, ciudades cohesionadas, vivas y felices en de fragmentadas por urbanizaciones cerradas y segregadas por espacios privilegiados. Hacia donde queremos llegar con nuestras ciudades, así como las visiones y los sueños que tenemos para ellas, debe comprender un ejercicio infatigable por escucharnos unos a otros, así como por reconocernos y juntarnos en procesos ciudadanos que mejores nuestra manera de relacionarnos.

Para ello será imprescindible preguntarnos constantemente, cómo lo hace el geógrafo y teórico social británico David Harvey ¿Qué tipo de personas queremos ser y que tipo de relaciones sociales buscamos?, y ¿Cómo se está relacionando nuestro estilo de vida urbano con la naturaleza y el sector rural?”